Tal como a ti, me dijeron que la felicidad está en el éxito y en los logros materiales y que para llegar a ese punto era muy necesario estudiar. Entonces se supone que yo sería feliz cuando me graduara como médico, porque eso era lo que querían que yo fuera, pero hasta el día de hoy me alegro mucho de haber fluido con los acontecimientos y graduarme en otra profesión.
Sin duda es muy interesante la
carrera de medicina, pero no para alguien con una percepción positiva de la
muerte, lo cual no quiere decir que yo desee morirme o que no sienta tristeza
cuando un ser querido fallece, pero sí me alegro por aquel que se marcha de
este mundo porque al morir nacemos en el lugar del que realmente procedemos.
Somos un alma dando vida a un cuerpo y no al contrario.
La muerte no es el fin de todo y
la felicidad no está el final del camino sino a lo largo de todo el trayecto.
El que crea que será feliz el día que suceda algún determinado evento o cuando logre
una meta específica, vive en una ilusión porque la felicidad no está ligada al
logro de objetivos, sino que proviene de nuestro interior.
¿Por qué es tan fácil tener
adicciones? Porque cuando una persona se enfoca en el pasado o en el futuro, su
mente se desconecta del momento actual y las adicciones son una forma de
conectarla con el presente, donde realmente radica la creatividad, pero con el
riesgo de no encontrarle sentido a la vida y por eso es tan importante cultivar
la felicidad interior como la manera de escapar del pasado, del futuro y de las
adicciones nocivas.
